Cuando te despierte el alba
al asomarse, tímida, en la ventana,
quita pronto la cortina,
para que pueda entrar la mañana
y de luz bañarte el alma.
Cuando te despierte el alba
y te saluden rosas perfumadas,
olvida las espinas,
arranca una y verás como extasiada
también la flor bañará su cara.
Cuando te despierte el alba,
aún dormida, deja la cama
y por favor camina,
sin prisa hacia la montaña
donde asoma el sol, con calma.
Y cuando al fin llegue la noche larga,
sumiendo en sueños tus luces blancas,
no desesperes, no es la ruina,
en un rato te despertará el alba,
para encaramarse, como ayer, a tu ventana.
Cuando te despierte el alba...
SILDAGO
al asomarse, tímida, en la ventana,
quita pronto la cortina,
para que pueda entrar la mañana
y de luz bañarte el alma.
Cuando te despierte el alba
y te saluden rosas perfumadas,
olvida las espinas,
arranca una y verás como extasiada
también la flor bañará su cara.
Cuando te despierte el alba,
aún dormida, deja la cama
y por favor camina,
sin prisa hacia la montaña
donde asoma el sol, con calma.
Y cuando al fin llegue la noche larga,
sumiendo en sueños tus luces blancas,
no desesperes, no es la ruina,
en un rato te despertará el alba,
para encaramarse, como ayer, a tu ventana.
Cuando te despierte el alba...
SILDAGO
como ya le he dicho, me producen paz sus versos de vida...
ResponderEliminarun abrazo fraterno.
Y como siempre sus comentarios son gratificantes...Gracias Sandra
ResponderEliminarRealmente deberiamos tener cada dia la humildad de olvidar el dolor que nos causan las espinas, y realzar el perfume de las rosas, pero muchas veces ¡¡¡¡que dificil se nos hace!!!!, gracias Dany, por tus letras que nos hacen reflexionar profundamente.......bsos
ResponderEliminarGracias a ti querida primita por permitir que mis poesías cobren vida al leerme...
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