¿Has visto alguna vez,
ese resplandor de alegría y de niñez,
que muestra un rostro amante?
¿Has tocado acaso la frente,
afiebrada de deseo anhelante,
de alguien que has conocido de repente
y que marcado a fuego dejó latente,
en tu corazón sensible de mujer,
el recuerdo de ser lo que es...un hombre,
que recién te conoció ayer,
pero que promete hoy y para siempre,
amar tu cuerpo, tu alma y tu nombre ?
Dueño de mil pasiones soy,
por tu amor,mi alma, a quien quieras doy.
SILDAGO
ese resplandor de alegría y de niñez,
que muestra un rostro amante?
¿Has tocado acaso la frente,
afiebrada de deseo anhelante,
de alguien que has conocido de repente
y que marcado a fuego dejó latente,
en tu corazón sensible de mujer,
el recuerdo de ser lo que es...un hombre,
que recién te conoció ayer,
pero que promete hoy y para siempre,
amar tu cuerpo, tu alma y tu nombre ?
Dueño de mil pasiones soy,
por tu amor,mi alma, a quien quieras doy.
SILDAGO
Ella quiere que tu alma sea libre para que pueda pasear apaciblemente por el fin de los tiempos.
ResponderEliminarUn saludo
hermoso poema, Silvio, con un ritmo y una fuerza increíble , con la energía del amor...
ResponderEliminarun abrazo, amigo.