Es tan mía esta montaña blanca...
tan mía, tan mía y tan lejana...
Nadie la había visto, está escondida,
entre otras dos mucho más altas,
tanto, que ni los alpinistas quisieron escalarla.
Por eso es sólo mía esta montaña blanca,
vírgen de cuentos y de poesías huérfana...
Por eso es sólo mía, para adorarla,
cantarle en atardeceres lentos
y en albas cálidas, en ocasos fríos
y en amaneceres rápidos...
Por eso es mía y no preciso conquistarla,
conozco sus secretos recónditos
y su nieve blanca,
se de su deseo oculto de ser la más alta,
para que la sombra no la esconda
entre sus dos hermanas,
y para que entera, mis ojos puedan admirarla.
La descubrí un día, en que abstraído andaba,
y viéndola allí entre las otras, apretada,
ya no pude dejar de mirarla...
Y escuché como el viento
traía hasta mi, el sollozo de su alma, que clamaba:
¡¡ Quiero de ti una poesía, un verso,
una palabra, para sentirme por un segundo
la más alta y la más blanca !!
Por eso es sólo mía esa montaña blanca...
Moriría en su falda,
al lado de su corazón quieto
y de su alma-como su cima- blanca...
¡¡No finjas Dios ignorarla,
es la más tierna, la más dulce montaña...
tan mía, tan mía y tan lejana...
Nadie la había visto, está escondida,
entre otras dos mucho más altas,
tanto, que ni los alpinistas quisieron escalarla.
Por eso es sólo mía esta montaña blanca,
vírgen de cuentos y de poesías huérfana...
Por eso es sólo mía, para adorarla,
cantarle en atardeceres lentos
y en albas cálidas, en ocasos fríos
y en amaneceres rápidos...
Por eso es mía y no preciso conquistarla,
conozco sus secretos recónditos
y su nieve blanca,
se de su deseo oculto de ser la más alta,
para que la sombra no la esconda
entre sus dos hermanas,
y para que entera, mis ojos puedan admirarla.
La descubrí un día, en que abstraído andaba,
y viéndola allí entre las otras, apretada,
ya no pude dejar de mirarla...
Y escuché como el viento
traía hasta mi, el sollozo de su alma, que clamaba:
¡¡ Quiero de ti una poesía, un verso,
una palabra, para sentirme por un segundo
la más alta y la más blanca !!
Por eso es sólo mía esa montaña blanca...
Moriría en su falda,
al lado de su corazón quieto
y de su alma-como su cima- blanca...
¡¡No finjas Dios ignorarla,
es la más tierna, la más dulce montaña...
Es hermosa su poesía Silvio. Sublime, y suena tan bonito.
ResponderEliminargracias por compartirla.
yo le recomendaría que agregue un gadget de seguidores, así podremos tener un enlace con nuestros blogs para seguir la lectura.
ResponderEliminaradelante!!!
gracias SEDA me parecen demasiado generosas sus apreciaciones, pero me sirven de estímulo para continuar intentándolo aunque tengo el obstáculo de mi pobreza en el manejo de la compu.Otra vez GRACIAS
ResponderEliminarSILDAGO
la montaña,la blancura,la naturaleza..todo llena en poesia su imaginacion..hermosa..continuare admirandolo,seguro...
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