Quise legalizar tu amor
hablándote hasta el alba
-sin tocar tu piel desnuda-.
Quise aflorar tu candor,
con la seguridad de mi calma
-que intentaba matar tus dudas-
Opté por distraerme en la brisa
-que suave mecía tu pelo,
rubio, sedoso y fino-
para no perderme en tus prisas,
que cual afiebrado anhelo,
me pretendía, más y más masculino.
Igual intenté orientarte la vida
por caminos de esperanza,
buscando el amor, que a la vera,
debería esperar a tu alma confundida,
para así nutrirla con nuevas ansias
y otros placeres de mujer verdadera.
Pero al verte, allí, indefensa,
en la penumbra de la esquina,
no logré resistir tu mirada
que me atrajo con avidez intensa,
para saciarme, mientras la espina
de la culpa, me atormentaba.
Por eso hoy volví a buscarte,
niña pobre, mujer fingida,
para que compartieras mi suerte,
encadenada a mi corazón amante,
-que ahora reniega de Dios y la vida
al enterarse que te llevó la muerte-.
(dedicado con cariño a mi amiga NORISA)
SILDAGO
hablándote hasta el alba
-sin tocar tu piel desnuda-.
Quise aflorar tu candor,
con la seguridad de mi calma
-que intentaba matar tus dudas-
Opté por distraerme en la brisa
-que suave mecía tu pelo,
rubio, sedoso y fino-
para no perderme en tus prisas,
que cual afiebrado anhelo,
me pretendía, más y más masculino.
Igual intenté orientarte la vida
por caminos de esperanza,
buscando el amor, que a la vera,
debería esperar a tu alma confundida,
para así nutrirla con nuevas ansias
y otros placeres de mujer verdadera.
Pero al verte, allí, indefensa,
en la penumbra de la esquina,
no logré resistir tu mirada
que me atrajo con avidez intensa,
para saciarme, mientras la espina
de la culpa, me atormentaba.
Por eso hoy volví a buscarte,
niña pobre, mujer fingida,
para que compartieras mi suerte,
encadenada a mi corazón amante,
-que ahora reniega de Dios y la vida
al enterarse que te llevó la muerte-.
(dedicado con cariño a mi amiga NORISA)
SILDAGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario